Desde un punto de vista genérico, es sumamente complejo encontrar una definición adecuada para la palabra «arquitectura», debido a la gran cantidad de ámbitos que abarca y las interpretaciones que puede tomar dependiendo de la persona que la trate de describir, es por ello, que trataremos de definirla dividiendo su significado según su interpretación en los siguientes puntos:
Desde el punto de vista Técnico
Desde una postura nada más que productiva y profesional, la arquitectura puede definirse como el proceso que se da desde que surge la idea de realizar un proyecto de edificación hasta que se termina de construir dicho proyecto, incluyendo la planificación y la puesta en obra, entre otros.
De este modo, la arquitectura se limita al trabajo, a una actividad que arquitectos y obreros, además del resto de implicados en el proceso arquitectónico, llevan a cabo para levantar una estructura con un determinado fin, como ser habitada, albergar un gran número de personas, o practicar algún deporte, por ejemplo.
Desde el punto de vista Histórico y Cultural
La arquitectura es algo que ha estado presente en todas las etapas de la historia protagonizadas por el ser humano, desde que nos refugiábamos en cuevas hasta el día de hoy, una serie de estructuras ideadas, modificadas, o tomadas por los humanos nos han acompañado como parte de nuestro desarrollo como especie. De este modo, la arquitectura también adopta una dimensión más allá de lo físico, pues representa al ser humano al desarrollarse para un determinado fin por ellos, lo que involucra inevitablemente a dichas estructuras en nuestra historia y cultura.
Así mismo, la arquitectura deja de ser un proceso meramente técnico y ahora cumple un papel que acompaña a la definición del humano, pues esta arquitectura, dependiendo de su época, lugar de origen, contexto, y muchos otros factores, representa una forma de vida, unas costumbres, y en resumen, a un grupo determinado de personas. Esto permite que al ver un edificio, así como una ermita, podamos saber todo sobre la forma de vida de aquellos que la construyeron o a quienes iba destinada dicha construcción.
Un claro ejemplo de este punto de vista es el clásico coliseo romano, una famosa obra de arquitectura que representa a una civilización de una determinada época de nuestra historia gracias a su estilo, materiales, forma o fin. Así, una estructura ya no solo es un lugar en el que se lleva a cabo una o varias actividades en concreto, sino que plasma una parte de nuestra humanidad.
Desde el punto de vista Artístico
Ahora nos adentramos en un terreno más abstracto, pues la arquitectura también es un método de expresión humano. Hemos comentado que la arquitectura muestra una forma de vida o costumbres, lo que significa que la arquitectura permite, dentro de un margen, plasmar valores, pensamientos, emociones, opiniones, etc. Es por ello que la arquitectura también es considerada un arte, porque un arquitecto es capaz de transmitir algo a quien la aprecia, porque puede expresarse a través de ella.
La propia Real Academia Española de la lengua define la arquitectura como «arte de proyectar y construir edificios», y es que el arte en sí es manifestar una o varias ideas en cualquier medio. Es por esto que plasmar una idea, que en este caso puede ser un proyecto arquitectónico profesional, una simple choza, o cualquier otro, sobre una edificación o estructura arquitectónica, es arte, y no solo porque encaje con la definición dada, sino porque es una forma de expresión para el humano.
Desde el punto de vista Filosófico
Está parte de la definición es la mas personal y compleja, puesto que abarca un ámbito que no tiene nada que ver con lo físico, que es con lo que habitualmente relacionamos con la arquitectura al pensar en su concepto.
Desde mi punto de vista, la arquitectura no es solo algo tangible, es una forma de vida y pensamiento. Lo que quiero decir con esto, es que una vez entramos en contacto con la arquitectura, y comenzamos a reflexionar sobre ella, la forma de pensar sobre el mundo y las cosas comienza a cambiar, así como también lo hace nuestra forma de interactuar con el entorno. Entre otros, se aprecia con más detalle y precisión cualquier elemento físico, además de que se comprende mejor la organización del espacio y los cuerpos en este. Y en cuanto a la forma de actuar, nos comenzamos a incorporar y desplazar mejor entre y por las estructuras que nos rodean, así como comprendemos el sentido y objetivo de la mayoría de elementos materiales que componen una estructura con mayor facilidad.
Conclusión
Juntando las cuatro definiciones dadas en función de su interpretación, podemos decir que la arquitectura es la comprensión, análisis, proyección, y manipulación del espacio que nos rodea, que a través de ideas, materiales, y técnicas de construcción puede ser alterado para cumplir con el fin de satisfacer una necesidad o llevar a cabo determinada actividad.